Y llegamos a Isaba después de haber hecho ruta por Aragón descubriendo la zona de Benasque, de Panticosa y el embalse de Yesa tal como hemos explicado en las últimas entradas. Ya es de noche cuando aparcamos en el parking de autocaravanas que hay a la salida del pueblo dirección Belagua (N 42.8625 / W 000.922181) Damos una vuelta y enseguida descubrimos que es un pueblo bonito, muy cuidado y bastante turístico. Es pequeñito pero tiene bastantes restaurantes y hostales. A pesar de eso, parece que mantiene su esencia y es un lugar estratégico para recorrer el valle.
Hacemos planes para mañana, hemos visto que hay algún sendero marcado que sale del mismo Isaba y nos apetece andar un poco. Pero en este momento empieza a llover y ya no para hasta que nos vamos al cabo de un par de días, de hecho no para, nos vamos y la lluvia se queda. Pero en este momento no lo sabemos y nos dormimos con la esperanza que por la mañana ya pararía.
Pero nos levantamos y allí está ella, la lluvia, preparada para acompañarnos y no dejarnos ni un respiro. Cambio de planes: dejamos el sendero para otro día y vamos con la autocaravana hasta el antiguo refugio de Belagua (N 42.9451 / W 000.835118). Durante el trayecto ya vemos que el paisaje es bonito pero cuando llegamos… ¡el sitio es espectacular! Abrimos la puerta y salimos a explorar. Y la lluvia sigue, nuestra fiel compañera. Hacemos una vuelta por la zona “en remojo” hasta que el agua consigue superar las barreras que le hemos puesto en forma de polares, calcetines gruesos y ropa impermeable.
Nos quedamos a pernoctar aquí. El sitio es mágico: estamos sólos con la única compañía de la luna, las estrellas y las montañas que nos envuelven. Bueno, también nos acompaña la lluvia (nuestra fiel compañera) y un fuerte viento. El viento golpea la autocaravana con ganas y provoca un ruido que nos asusta un poco (sobretodo a nuestra perra Lluna, que se queda muy, muy parada y nos mira con cara de: ¿en serio que tenemos que dormir aquí?).
Pero el lugar es mágico, vale la pena intentarlo. Finalmente nos dormimos (unos mejor que otros) pero a las 5.30h el ruido es brutal y empezamos a notar cierto movimiento de la autocaravana. Eso ya nos asusta más. Decidimos bajar hasta Isaba a dormir un rato más tranquilamente. Recogemos rápido y en ruta!
Nos levantamos, hacemos planes y…¡Selva de Irati ya venimos! Nuevas aventuras nos esperan, en la siguiente entrada te las contamos! 😉
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